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El nuevo nacimiento
Había un hombre de los fariseos, llamado NicodemoA Juan 7:50; 19:39, prominente1 O, principalB Luc 23:13; Juan 7:26, 48 entre los judíos. Este vino a Jesús1 Lit., El de noche y le dijo: RabíA Mat 23:7; Juan 3:26, sabemos que has venido de Dios como maestro, porque nadie puede hacer las señales2 O, los milagrosB Juan 2:11 que tú haces si Dios no está con élC Juan 9:33; 10:38; 14:10 y sig.; Hech 2:22; 10:38. Respondió Jesús y le dijo: En verdad, en verdad te digo que el que no nace de nuevo1 O, de arribaA 2 Cor 5:17; 1 Ped 1:23 no puede ver el reino de Dios.B Mat 19:24; 21:31; Mar 9:47; 10:14 y sig.; Juan 3:5 Nicodemo le dijo*: ¿Cómo puede un hombre nacer siendo ya viejo? ¿Acaso puede entrar por segunda vez en el vientre de su madre y nacer? Jesús respondió: En verdad, en verdad te digo que el que no nace de agua y del EspírituA Ezeq 36:25-27; Ef 5:26; Tito 3:5 no puede entrar en el reino de Dios.B Mat 19:24; 21:31; Mar 9:47; 10:14 y sig.; Juan 3:3 Lo que es nacido de la carne, carne e,sA Juan 1:13; 1 Cor 15:50 y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es. No te asombres de que te haya dicho: “Os es necesario nacer de nuevo.”1 O, de arriba El viento sopla donde quiere, y oyes su sonido, pero no sabes de dónde viene ni adónde va;A Sal 135:7; Ecl 11:5; Ezeq 37:9 así es todo aquel que es nacido del Espíritu. Respondió Nicodemo y le dijo: ¿Cómo puede ser esto? 10 Jesús respondió y le dijo: Tú eres maestroA Luc 2:46; 5:17; Hech 5:34 de Israel, ¿y no entiendes estas cosas? 11  En verdad, en verdad te digo que hablamos lo que sabemosA Juan 1:18; 7:16 y sig.; 8:26, 28; 12:49; 14:24 y damos testimonio de lo que hemos visto, pero vosotros no recibís nuestro testimonio.B Juan 3:32 12  Si os he hablado de las cosas terrenales, y no creéis, ¿cómo creeréis si os hablo de las celestiales? 13  Nadie ha subido al cielo,A Deut 30:12; Prov 30:4; Hech 2:34; Rom 10:6; Ef 4:9 sino el que bajó del cielo,B Juan 3:31; 6:38, 42 es decir, el Hijo del HombreC Mat 8:20 que está en el cielo.1 Muchos mss. antiguos no incluyen: que está en el cielo 14  Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto,A Núm 21:9 así es necesario que sea levantado el Hijo del Hombre,B Mat 8:20; Juan 8:28; 12:34 15  para que todo aquel que cree, tenga en El1 Algunos mss. dicen: que cree en El, tenga vida eterna.A Juan 20:31; 1 Jn 5:11-13
El amor de Dios
16  Porque de tal manera amó Dios al mundo,A Rom 5:8; Ef 2:4; 2 Tes 2:16; 1 Jn 4:10; Apoc 1:5 que dio a su Hijo unigénito,1 O, único; i.e., único de su géneroB Juan 1:18; 3:18; Rom 8:32; 1 Jn 4:9 para que todo aquel que cree en El, no se pierda, mas tenga vida eterna.C Juan 3:36; 6:40; 11:25 y sig. 17  Porque Dios no envióA Juan 3:34; 5:36, 38; 6:29, 38, 57; 7:29; 8:42; 10:36; 11:42; 17:3, 8, 18, 21, 23, 25; 20:21 a su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por El.B Luc 19:10; Juan 8:15; 12:47; 1 Jn 4:14 18  El que cree en El no es condenado;1 O, juzgadoA Mar 16:16; Juan 5:24 pero el que no cree, ya ha sido condenado,1 O, juzgado porque no ha creído en el nombre del unigénito2 O, único; i.e., único de su género Hijo de Dios.B Juan 1:18; 1 Jn 4:9 19  Y este es el juicio: que la luz vino al mundo,A Juan 1:4; 8:12; 9:5; 12:46 y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, pues sus acciones eran malas.B Juan 7:7 20  Porque todo el que hace lo malo odia la luz,A Juan 3:20, 21; Ef 5:11, 13 y no viene a la luz para que sus acciones no sean expuestas. 21  Pero el que practica la verdadA 1 Jn 1:6 viene a la luz, para que sus acciones sean manifestadas que han sido hechas en Dios.
Testimonio final de Juan el Bautista
22 Después de esto vino Jesús con sus discípulosA Juan 2:2 a la tierra de Judea, y estaba allí con ellos, y bautizabaB Juan 4:1, 2. 23 Juan también bautizaba en Enón, cerca de Salim, porque allí había mucha agua1 Lit., muchas aguas; y muchos venían y eran bautizados. 24 Porque Juan todavía no había sido metido en la cárcelA Mat 4:12; 14:3; Mar 6:17; Luc 3:20. 25 Surgió entonces una discusión entre los discípulos de Juan y un judío acerca de la purificaciónA Juan 2:6. 26 Y vinieron a Juan y le dijeron: RabíA Mat 23:7; Juan 3:2, mira, el que estaba contigo al otro lado del JordánB Juan 1:28, de quien diste testimonioC Juan 1:7, está bautizando y todos van a El. 27 Respondió Juan y dijo: Un hombre no puede recibir nada si no le es dado del cieloA 1 Cor 4:7; Heb 5:4; Sant 1:17. 28 Vosotros mismos me sois testigos de que dije: “Yo no soy el Cristo1 I.e., el MesíasA Juan 1:20, 23, sino que he sido enviado delante de El.” 29 El que tiene la novia es el novioA Mat 9:15; 25:1, pero el amigo del novio, que está allí y le oye, se alegra en gran manera con la voz del novio. Y por eso, este gozo mío se ha completadoB Juan 15:11; 16:24; 17:13; Fil 2:2; 1 Jn 1:4; 2 Jn 12. 30 Es necesario que El crezca, y que yo disminuya.
31 El que procede de arriba está por encima de todos; el que es de la tierra, procede1 Lit., es de la tierra y habla de la tierraA Mat 28:18; 1 Jn 4:5. El que procede del cielo está sobre todosB Juan 3:13; 8:23; 1 Cor 15:47. 32 Lo que El ha visto y oído, de eso da testimonio; y nadie recibe su testimonioA Juan 3:11. 33 El que ha recibido su testimonio ha certificadoA Juan 6:27; Rom 4:11; 15:28; 1 Cor 9:2; 2 Cor 1:22; Ef 1:13; 4:30; 2 Tim 2:19; Apoc 7:3-8 esto: que Dios es veraz. 34 Porque aquel a quien Dios ha enviadoA Juan 3:17 habla las palabras de Dios, pues El da el EspírituB Mat 12:18; Luc 4:18; Hech 1:2; 10:38 sin medida1 Lit., El no da el Espíritu por medida. 35 El Padre ama al Hijo y ha entregado todas las cosas en su manoA Mat 11:27; 28:18; Luc 10:22; Juan 5:20; 17:2. 36 El que cree en el Hijo tiene vida eternaA Juan 3:16; pero el que no obedece1 O, creeB Hech 14:2; Heb 3:18 al Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios permanece sobre él.
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La mujer samaritana
Por tanto, cuando el SeñorA Luc 7:13 supo que los fariseos habían oído que El1 Lit., Jesús hacía y bautizabaB Juan 3:22, 26; 1 Cor 1:17 más discípulos que Juan (aunque Jesús mismo no bautizabaA Juan 3:22, 26; 1 Cor 1:17, sino sus discípulosB Juan 2:2), salió de JudeaA Juan 3:22 y partió otra vez para GalileaB Juan 2:11 y sig.. Y tenía que pasar por SamariaA Luc 9:52. Llegó*, pues, a una ciudad de SamariaA Luc 9:52 llamada Sicar, cerca de la parcela de tierra que Jacob dio a su hijo JoséB Gén 33:19; 48:22; Jos 24:32; Juan 4:12; y allí estaba el pozo de Jacob. Entonces Jesús, cansado del camino, se sentó1 Lit., se sentó así junto al pozo. Era como la hora sexta2 I.e., las doce del día. Una mujer de Samaria vino* a sacar agua, y Jesús le dijo*: Dame de beber. Pues sus discípulosA Juan 2:2 habían ido a la ciudadB Juan 4:5, 39 a comprar alimentos. Entonces la mujer samaritanaA Luc 9:52 le dijo*: ¿Cómo es que tú, siendo judío, me pides de beber a mí, que soy samaritana? (Porque los judíos no tienen tratos con los samaritanosB Esd 4:3-6, 11 y sig.; Mat 10:5; Juan 8:48; Hech 10:28.) 10 Respondió Jesús y le dijo: Si tú conocieras el don de Dios, y quién es el que te dice: “Dame de beber”, tú le habrías pedido a El, y El te hubiera dado agua viva.A Jer 2:13; Juan 4:14; 7:37 y sig.; Apoc 7:17; 21:6; 22:1, 17 11 Ella le dijo*: Señor, no tienes con qué sacarla, y el pozo es hondo; ¿de dónde, pues, tienes esa agua vivaA Jer 2:13; Juan 4:14; 7:37 y sig.; Apoc 7:17; 21:6; 22:1, 17? 12 ¿Acaso eres tú mayor que nuestro padre Jacob, que nos dio el pozoA Juan 4:6 del cual bebió él mismo, y sus hijos, y sus ganados? 13 Respondió Jesús y le dijo: Todo el que beba de esta agua volverá a tener sed, 14  pero el que beba del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás,A Juan 6:35; 7:38 sino que el agua que yo le daré se convertirá en él en una fuente de agua que brota para vida eterna.B Mat 25:46; Juan 6:27 15 La mujer le dijo*: Señor, dame esa agua, para que no tenga sedA Juan 6:35 ni venga hasta aquí a sacarla. 16 El le dijo*: Ve, llama a tu marido y ven acá. 17 Respondió la mujer y le dijo: No tengo marido. Jesús le dijo*: Bien has dicho: “No tengo marido”, 18  porque cinco maridos has tenido, y el que ahora tienes no es tu marido; en eso has dicho la verdad. 19 La mujer le dijo*: Señor, me parece que tú eres profetaA Mat 21:11; Luc 7:16, 39; 24:19; Juan 6:14; 7:40; 9:17. 20 Nuestros padres adoraronA Gén 33:20; Juan 4:12 en este monteB Deut 11:29; Jos 8:33, y vosotros decís que en JerusalénC Luc 9:53 está el lugar donde se debe adorar. 21 Jesús le dijo*: Mujer, créeme; la hora vieneA Juan 4:23; 5:25, 28; 16:2, 32 cuando ni en este monte ni en Jerusalén adoraréis al Padre.B Mal 1:11; 1 Tim 2:8 22  Vosotros adoráis lo que no conocéis;A 2 Rey 17:28-41 nosotros adoramos lo que conocemos, porque la salvación viene1 Lit., es de los judíos.B Isa 2:3; Rom 3:1 y sig.; 9:4 y sig. 23  Pero la hora viene, y ahora es,A Juan 4:21; 5:25, 28; 16:2, 32 cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espírituB Fil 3:3 y en verdad; porque ciertamente a los tales el Padre busca que le adoren. 24  Dios es espíritu,1 O, Dios es un Espíritu y los que le adoran deben adorarle en espírituA Fil 3:3 y en verdad. 25 La mujer le dijo*: Sé que el MesíasA Dan 9:25; Juan 1:41 viene (el que es llamado CristoB Mat 1:16; 27:17, 22; Luc 2:11); cuando El venga nos declarará todo. 26 Jesús le dijo*: Yo soy,A Juan 8:24, 28, 58; 9:37; 13:19 el que habla contigo.
27 En esto llegaron sus discípulosA Juan 4:8 y se admiraron de que hablara con una mujer, pero ninguno le preguntó: ¿Qué tratas de averiguar? o: ¿Por qué hablas con ella? 28 Entonces la mujer dejó su cántaro, fue a la ciudad y dijo* a los hombres: 29 Venid, ved a un hombre que me ha dicho todo lo que yo he hechoA Juan 4:17 y sig.. ¿No será éste el Cristo1 I.e., el MesíasB Mat 12:23; Juan 7:26, 31? 30 Y salieron de la ciudad e iban a El. 31 Mientras tanto, los discípulos le rogaban, diciendo: Rabí1 O, MaestroA Mat 23:7; 26:25, 49; Mar 9:5; 11:21; 14:45; Juan 1:38, 49; 3:2, 26; 6:25; 9:2; 11:8, come. 32 Pero El les dijo: Yo tengo para comer una comida que vosotros no sabéis. 33 Los discípulosA Luc 6:13-16; Juan 2:2 entonces se decían entre sí: ¿Le habrá traído alguien de comer? 34 Jesús les dijo*: Mi comida es hacer la voluntad del que me envióA Juan 5:30; 6:38 y llevar a cabo su obra.B Juan 5:36; 17:4; 19:28, 30 35  ¿No decís vosotros: “Todavía faltan cuatro meses, y después viene la siega”? He aquí, yo os digo: Alzad vuestros ojos y ved los campos que ya están blancos para la siegaA Mat 9:37, 38; Luc 10:2. 36  Ya el segador recibe salarioA Prov 11:18; 1 Cor 9:17 y sig. y recoge frutoB Rom 1:13 para vida eterna,C Mat 19:29; Juan 3:36; 4:14; 5:24; Rom 2:7; 6:23 para que el que siembra se regocije juntamente con el que siega. 37  Porque en este caso el dicho es verdadero: “Uno es el que siembra y otro el que siega.”A Job 31:8; Miq 6:15 38  Yo os envié a segar lo que no habéis trabajado; otros han trabajado y vosotros habéis entrado en su labor.
39 Y de aquella ciudadA Juan 4:5, 30, muchos de los samaritanos creyeron en El por la palabra de la mujer que daba testimonio, diciendo: El me dijo todo lo que yo he hechoB Juan 4:29. 40 De modo que cuando los samaritanos vinieron a El, le rogaban que se quedara con ellos; y se quedó allí dos días. 41 Y muchos más creyeron por su palabra, 42 y decían a la mujer: Ya no creemos por lo que tú has dicho1 O, por tus palabras, porque nosotros mismos le hemos oído, y sabemos que éste es en verdad el Salvador del mundoA Mat 1:21; Luc 2:11; Juan 1:29; Hech 5:31; 13:23; 1 Tim 4:10; 1 Jn 4:14.
43 Después de los dos díasA Juan 4:40, salió de allí para Galilea. 44 Porque Jesús mismo dio testimonio de que a un profeta no se le honra en su propia tierraA Mat 13:57; Mar 6:4; Luc 4:24. 45 Así que cuando llegó a Galilea, los galileos le recibieron, pues habían visto todo lo que hizo en Jerusalén durante la fiestaA Juan 2:23; porque ellos también habían ido a la fiesta.
Curación del hijo de un oficial del rey
46 Entonces vino otra vez a Caná de GalileaA Juan 2:1, donde había convertido el agua en vinoB Juan 2:9. Y había allí cierto oficial del rey cuyo hijo estaba enfermo en CapernaúmC Luc 4:23; Juan 2:12. 47 Cuando él oyó que Jesús había venido de Judea a GalileaA Juan 4:3, 54, fue a su encuentro y le suplicaba que bajara y sanara a su hijo, porque estaba al borde de la muerte. 48 Jesús entonces le dijo: Si no veis señales1 O, milagros y prodigios,A Dan 4:2 y sig.; 6:27; Mat 24:24; Mar 13:22; Hech 2:19, 22, 43; 4:30; 5:12; 6:8; 7:36; 14:3; 15:12; Rom 15:19; 1 Cor 1:22; 2 Cor 12:12; 2 Tes 2:9; Heb 2:4 no creeréis. 49 El oficial del rey le dijo*: Señor, baja antes de que mi hijo muera. 50 Jesús le dijo*: Vete, tu hijo vive. Y el hombre creyó la palabra que Jesús le dijo y se fueA Mat 8:13. 51 Y mientras bajaba, sus siervos le salieron al encuentro y le dijeron que su hijo1 O, muchacho vivía. 52 Entonces les preguntó a qué hora había empezado a mejorar. Y le respondieron: Ayer a la hora séptima1 I.e., la una de la tarde se le quitó2 Lit., le dejó la fiebre. 53 El padre entonces se dio cuenta que fue a la hora en que Jesús le dijo: Tu hijo vive. Y creyó él y toda su casaA Hech 11:14. 54 Esta1 Lit., Y ésta de nuevo fue la segunda señal2 O, un segundo milagroA Juan 2:11 que Jesús hizo cuando fue de Judea a GalileaB Juan 4:45 y sig..
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Curación de un paralítico
Después de esto, se celebraba1 Lit., había una fiesta2 Algunos mss. dicen: la fiesta; i.e., la Pascua de los judíos, y Jesús subió a JerusalénA Deut 16:1; Juan 2:13. Y hay en Jerusalén, junto a la puerta de las ovejasA Neh 3:1, 32; 12:39, un estanque que en hebreo1 I.e., en arameo judaicoB Juan 19:13, 17, 20; 20:16; Hech 21:40; Apoc 9:11; 16:16 se llama Betesda2 Otros mss. dicen: Betsaida, o, Betzata y que tiene cinco pórticos. En éstos yacía una multitud de enfermos, ciegos, cojos y paralíticos 1 Los mss. más antiguos no incluyen el resto del vers 3 y todo el vers 4que esperaban el movimiento del agua; porque un ángel del Señor descendía de vez en cuando al estanque y agitaba el agua; y el primero que descendía al estanque después del movimiento del agua, quedaba curado de cualquier enfermedad que tuviera. Y estaba allí un hombre que hacía treinta y ocho años que estaba enfermo1 Lit., con su enfermedad. Cuando Jesús lo vio acostado allí y supo que ya llevaba mucho tiempo en aquella condición, le dijo*: ¿Quieres ser sano? El enfermo le respondió: Señor, no tengo a nadie que me meta en el estanque cuando el agua es agitadaA Juan 5:4; y mientras yo llego, otro baja antes que yo. Jesús le dijo*: Levántate, toma tu camillaA Mat 9:6; Mar 2:11; Luc 5:24 y anda. Y al instante el hombre quedó sano, y tomó su camilla y echó a andar.
Jesús censurado por sanar en el día de reposo
Y aquel día era día de reposoA Juan 9:14. 10 Por eso los judíosA Juan 1:19; 5:15, 16, 18 decían al que fue sanado: Es día de reposo, y no te es permitido cargar tu camillaB Neh 13:19; Jer 17:21 y sig.; Mat 12:2; Luc 6:2; Juan 7:23; 9:16. 11 Pero él les respondió: El mismo que me sanó, me dijo: “Toma tu camilla y anda.” 12 Le preguntaron: ¿Quién es el hombre que te dijo: “Toma tu camilla y anda”? 13 Pero el que había sido sanado no sabía quién era, porque Jesús, sigilosamente, se había apartado de la multitud que estaba en aquel lugar. 14 Después de esto Jesús lo halló* en el templo y le dijo: Mira, has sido sanado; no peques más,A Mar 2:5; Juan 8:11 para que no te suceda algo peor.B Esd 9:14 15 El hombre se fue, y dijo a los judíosA Juan 1:19; 5:16, 18 que Jesús era el que lo había sanado. 16 A causa de esto los judíosA Juan 1:19; 5:10, 15, 18 perseguían a Jesús, porque hacía estas cosas en el día de reposo. 17 Pero El les respondió: Hasta ahora mi Padre trabaja, y yo también trabajo. 18 Entonces, por esta causa, los judíosA Juan 1:19; 5:15, 16 aún más procuraban matarle, porque no sólo violaba el día de reposoB Juan 5:16; 7:1, sino que también llamaba a Dios su propio Padre, haciéndose igual a DiosC Juan 10:33; 19:7.
Unanimidad del Padre y del Hijo
19 Por eso Jesús, respondiendo, les decía: En verdad, en verdad os digo que el Hijo no puede hacer nada por su cuenta,A Mat 26:39; Juan 5:30; 6:38; 8:28; 12:49; 14:10 sino lo que ve hacer al Padre; porque todo lo que hace el Padre,1 Lit., aquél eso también hace el Hijo de igual manera. 20  Pues el Padre ama al Hijo,A Mat 3:17; Juan 3:35; 2 Ped 1:17 y le muestra todo lo que El mismo hace; y obras mayores que éstasB Juan 14:12 le mostrará, para que os admiréis. 21  Porque así como el Padre levanta a los muertos y les da vida,A Rom 4:17; 8:11 asimismo el Hijo también da vidaB Juan 11:25 a los que El quiere. 22  Porque ni aun el Padre juzga a nadie, sino que todo juicio se lo ha confiado1 Lit., dado al Hijo,A Juan 5:27; 9:39; Hech 10:42; 17:31 23  para que todos honren al Hijo así como honran al Padre. El que no honra al Hijo, no honra al Padre que le envió.A Luc 10:16; 1 Jn 2:23 24  En verdad, en verdad os digo: el que oye mi palabra y cree al que me envió, tiene vida eternaA Juan 12:44; 20:31; 1 Jn 5:13 y no viene a condenación,1 Lit., juicioB Juan 3:18 sino que ha pasado de muerte a vida.C 1 Jn 3:14 25  En verdad, en verdad os digo que viene la hora, y ahora es,A Juan 4:21, 23; 5:28 cuando los muertosB Luc 15:24 oirán la voz del Hijo de Dios, y los que oigan.C Juan 6:60; 8:43, 47; 9:27 vivirán. 26  Porque así como el Padre tiene vida en sí mismo, así también le dio al Hijo el tener vida en sí mismo;A Juan 1:4; 6:57 27  y le dio autoridad para ejecutar juicio,A Juan 9:39; Hech 10:42; 17:31 porque es el Hijo del Hombre. 28  No os admiréis de esto, porque viene la horaA Juan 4:21 en que todos los que están en los sepulcrosB Juan 11:24; 1 Cor 15:52 oirán su voz, 29  y saldrán: los que hicieron lo bueno, a resurrección de vida, y los que practicaron lo malo, a resurrección de juicio.A Dan 12:2; Mat 25:46; Hech 24:15
Testimonio del Padre y de las obras de Jesús
30  Yo no puedo hacer nada por iniciativa mía;A Juan 5:19 como oigo, juzgo, y mi juicio es justoB Juan 8:16 porque no busco mi voluntad, sino la voluntad del que me envió.C Juan 4:34; 6:38 31  Si yo solo doy testimonio de mí mismo,A Juan 8:14 mi testimonio no es verdadero.1 I.e., admisible como prueba legal 32  Otro es el que da testimonio de mí,A Juan 5:37 y yo sé que el testimonio que da de mí es verdadero. 33  Vosotros habéis enviado a preguntar a Juan, y él ha dado testimonioA Juan 1:7, 15, 19, 32; 3:26-30 de la verdad. 34  Pero el testimonio que yo recibo no es de hombre;A Juan 5:32; 1 Jn 5:9 mas digo esto para que vosotros seáis salvos. 35  El era la lámpara que ardía y alumbraba,A 2 Sam 21:17; 2 Ped 1:19 y vosotros quisisteis regocijaros por un tiempo en su luz.B Mar 1:5 36  Pero el testimonio que yo tengo es mayor que el de Juan; porque las obras que el Padre me ha dado para llevar a cabo,A Mat 11:4; Juan 2:23; 10:25, 38; 14:11; 15:24 las mismas obras que yo hago, dan testimonio de mí,B Juan 4:34 de que el Padre me ha enviado.C Juan 3:17 37  Y el Padre que me envió, ése ha dado testimonio de mí.A Mat 3:17; Mar 1:11; Luc 3:22; 24:27; Juan 8:18; 1 Jn 5:9 Pero no habéis oído jamás su voz ni habéis visto su apariencia. 38  Y su palabra no la tenéis morando en vosotros,A 1 Jn 2:14 porque no creéis en aquel que El envió.B Juan 3:17 39  Examináis1 O, Examinad las Escrituras porque vosotros pensáis que en ellas tenéis vida eterna;A Juan 7:52; Rom 2:17 y sig. y ellas son las que dan testimonio de mí;B Luc 24:25, 27; Hech 13:27 40  y no queréis venir a mí para que tengáis vida. 41  No recibo gloria de los hombres;A Juan 5:44; 7:18; 1 Tes 2:6 42  pero os conozco, que no tenéis el amor de Dios en vosotros. 43  Yo he venido en nombre de mi Padre y no me recibís; si otro viene en su propio nombre,A Mat 24:5 a ése recibiréis. 44  ¿Cómo podéis creer, cuando recibís gloria1 O, fama, u, honor los unos de los otros,A Juan 5:41 y no buscáis la gloria1 O, fama, u, honor que viene del Dios único?B Juan 17:3; Rom 2:29; 1 Tim 1:17 45  No penséis que yo os acusaré delante del Padre; el que os acusa es Moisés,A Juan 9:28 en quien vosotros habéis puesto vuestra esperanza. 46  Porque si creyerais a Moisés, me creeríais a mí, porque de mí escribió él.A Luc 24:27 47  Pero si no creéis sus escritos,A Luc 16:29, 31 ¿cómo creeréis mis palabras?
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