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Oración pidiendo socorro y prosperidad 
Salmo de David. 
1 Bendito sea Jehová, mi roca, 
Quien adiestra mis manos para la batalla, 
Y mis dedos para la guerra; 
2 Misericordia mía y mi castillo, 
Fortaleza mía y mi libertador, 
Escudo mío, en quien he confiado; 
El que sujeta a mi pueblo debajo de mí. 
3 Oh Jehová, ¿qué es el hombre, para que en él pienses, 
O el hijo de hombre, para que lo estimes?a Job 7.17-18; Sal. 8.4. 
4 El hombre es semejante a la vanidad; 
Sus días son como la sombra que pasa. 
5 Oh Jehová, inclina tus cielos y desciende; 
Toca los montes, y humeen. 
6 Despide relámpagos y disípalos, 
Envía tus saetas y túrbalos. 
7 Envía tu mano desde lo alto; 
Redímeme, y sácame de las muchas aguas, 
De la mano de los hombres extraños, 
8 Cuya boca habla vanidad, 
Y cuya diestra es diestra de mentira. 
9 Oh Dios, a ti cantaré cántico nuevo; 
Con salterio, con decacordio cantaré a ti. 
10 Tú, el que da victoria a los reyes, 
El que rescata de maligna espada a David su siervo. 
11 Rescátame, y líbrame de la mano de los hombres extraños, 
Cuya boca habla vanidad, 
Y cuya diestra es diestra de mentira. 
12 Sean nuestros hijos como plantas crecidas en su juventud, 
Nuestras hijas como esquinas labradas como las de un palacio; 
13 Nuestros graneros llenos, provistos de toda suerte de grano; 
Nuestros ganados, que se multipliquen a millares y decenas de millares en nuestros campos; 
14 Nuestros bueyes estén fuertes para el trabajo; 
No tengamos asalto, ni que hacer salida, 
Ni grito de alarma en nuestras plazas. 
15 Bienaventurado el pueblo que tiene esto; 
Bienaventurado el pueblo cuyo Dios es Jehová.